Algunos de los momentos y procesos más importantes y memorables en el desarrollo de nuestros niños, son los que están relacionados con el lenguaje: atender al llamado de mamá o papá, las primeras palabras y, por supuesto, aprender a leer.
Antiguamente la adquisición de la lectoescritura seguía procesos uniformes y sumamente estrictos. ¡Muchos de nosotros sufrimos tratando de recordar letras y sonidos! Sin embargo eso ha cambiado, y es que hoy sabemos que no existe una fórmula mágica para aprender a leer, sino un gran número de opciones que podemos adaptar a las necesidades de los pequeños.
En la actualidad somos conscientes de que al trabajar con niños y niñas tenemos que respetar los tiempos de maduración de cada uno, así como el ritmo y el estilo de aprendizaje. Por eso, padres y docentes deben trabajar juntos, pues juegan un papel sumamente importante en el éxito de este proceso.
Los padres, dentro de su hogar, deben generar y promover situaciones en el que los niños y las niñas a través del ejemplo y las rutinas diarias fortalezcan capacidades de lectura. El proceso debe ser dinámico y constante, de la misma forma en que aprendimos a hablar, leer nos ayuda a descifrar el mundo
Por otra parte, dentro del aula, los docentes tienen una gran misión al llevar al pequeño a participar y reflexionar sobre el lenguaje para que, a través de diferentes actividades y situaciones, pueda vivir experiencias de lectura, y así aprender a leer de forma divertida, dinámica y lúdica.
Recomendaciones
A continuación, te presentamos algunas recomendaciones para fortalecer el proceso de lectoescritura con los niños y niñas de preescolar:
- Acercar los libros desde temprana edad
Deja que los niños elijan sus propios libros. En este momento los libros serán muy breves y con poco texto, con ilustraciones grandes y tipografías llamativas. Tener el objeto en sus manos sembrará el amor y el interés hacia los libros.
- Hacer de la lectura algo lúdico
Es decir, jugar con las letras y las palabras constantemente: las salidas al súper, o a una tienda pueden ser auténticos tesoros, haciendo que los niños relacionen, por ejemplo, las marcas conocidas con su nombre escrito. En nuestra propia casa podemos jugar a nombrar las cosas, leer los anuncios, las etiquetas y los títulos de los libros.
- Establece rutinas
Puede ser que leas al niño antes de dormir o jueguen con letras de plástico por la tarde, lo importante es crear un vínculo que lleve al niño o a la niña a amar la lectura por medio de la presencia agradable un adulto.
- Da el ejemplo
Los niños aprenden mediante la observación. Si los niños dentro del hogar ven a papá, a mamá o a un adulto leyendo, automáticamente van a querer imitarlos. Además, el ambiente de tranquilidad que ofrecen los libros, a diferencia de la televisión o los videojuegos, harán que el espacio de lectura sea un espacio feliz.
- Apóyate de la tecnología
Utiliza videos y canciones a través del internet. Haz uso de plataformas diseñadas por especialistas. No tengas miedo de la tecnología, que puede ser una gran aliada si se usa de manera correcta.
- Elige el mejor colegio
La escuela donde estudie tu hijo debe ser innovador, consciente de las nuevas metodologías y las tendencias educativas en el mundo. Además, debe ser un lugar donde los pequeños se sientan cómodos y puedan avanzar a su ritmo, fortaleciendo sus habilidades lectoras, pues la lectura se debe gozar, nunca sufrir.