Inteligencia Artificial

Por Arleth Manzano Ortega

Psicóloga y docente de secundaria

Inteligencia Artificial es una película estadounidense de 2001 dirigida por Steven Spielberg, uno de los directores más reconocidos y populares de la industria cinematográfica mundial, mismo que dirigió Jurassic Park, y ha sido candidato siete veces a los Premios Óscar en la categoría de mejor director.

En Inteligencia Artificial, Spielberg aborda cuestiones que parecen ciencia-ficción. David, un niño-robot, es el protagonista de la película, que aprende de los sentimientos humanos y se comienza a sentir como hijo de la familia debido a lo que aprende a diario. Por tal motivo, va en busca del Hada Azul del cuento de Pinocho buscando convertirse en un niño “de verdad”. Cabe resaltar la importancia de la expresión “de verdad”, puesto que el conflicto de la historia parte de la fricción entre lo natural y lo artificial.  

Nosotros los humanos, como potenciales dadores de sentimientos nos enfrentamos continuamente a una gran cantidad de dilemas morales y éticos, y dentro del contexto de la película, si la máquina se comporta como nosotros y tiene la capacidad de sentir y emitir sus propios juicios ¿dejaríamos de pensar que es una máquina y empezaremos a tratarla como un ser humano? Es preciso decir que, todo ser dotado de sentimientos y mente puede tomar decisiones y tener juicios que podrían ser inválidos o errados, pero ¿qué tipo de decisiones?

Existen principios éticos que dirigen nuestro comportamiento como personas, muchos de ellos se convierten en leyes civiles o se instituyen en religiones para asegurar, en la medida de lo posible, que la sociedad los adopte como parte de su vida. Las máquinas, como es el caso de los robots, no tienen dichos principios para regir su comportamiento.

Aristóteles utilizó por primera vez el término ética. En filosofía, la ética es el intento de ofrecer una respuesta racional a la pregunta de cuál es la mejor forma de vivir de los seres humanos; propone que todo lo que conduce al hombre a su propio bien y al logro de sus verdaderos fines es una acción buena y todo lo que lo desvía de ese objetivo es una acción mala.

Entonces, ¿cuál es la finalidad de crear un robot? 

Notorios dilemas éticos se hacen notar en la película, pues se basa en la revolucionaria idea de sustituir a los hijos con nuevos modelos de robot en forma de niños, donde un matrimonio que sufre por la caída en coma de su hijo, decide comprar un robot de alta tecnología el cual es capaz de amar. 

Claramente notamos una doble moral en los personajes, la familia, por ejemplo, al pedir un robot que sustituya a su hijo, con rasgos humanos y que posea sentimientos, ¿es posible?

Un tema importante de la película tiene que ver con el SER y con el PARECER. David es un robot; por dentro no es más que un conjunto de cables y chips, una máquina. Sin embargo, ello no es impedimento para que él se considere un ser vivo. Está construido de tal manera que nos da toda la impresión de ser un niño de carne y hueso. Por lo tanto, parece real. Precisamente por estos rasgos “humanos” de su ser, David no es solamente Artificial, sino Artificial y No Artificial, ambas. Al hablar de rasgos humanos, no se trata únicamente de rasgos físicos, sino también emocionales como la capacidad de amar. 

Eventualmente la máquina logra conmover a la esposa y a su marido, sin embargo, con el paso del tiempo, el hijo “real” tiene posibilidad de recuperarse dados los avances tecnológicos y es entonces cuando la presencia del buen robot en la casa se convierte en una molestia. 

Si el niño-robot tiene la capacidad de comprender y de sentir, tal como un humano, por consecuencia, puede también tener daños emocionales y psicológicos, como el claro rechazo que recibe por parte de sus padres, el duelo con el hijo “real” y el fin que persigue de querer convertirse en un niño de verdad.

Sabemos que una máquina no siente, no piensa, no razona, sin embargo, David puede hacerlo. ¿Qué tan delgada es la línea entre un humano y un robot que posee todas esas capacidades?