Creando lazos afectivos en la infancia
Es importante hablar de este tema para conocer lo que es generar una relación sana desde el seno familiar que tiene impacto en los diferentes contextos en donde se desarrollan nuestros pequeños grizzlies. Comencemos por hablar de el vínculo afectivo ¿Qué es? ¿Cómo se construye? ¿Nos acompañan toda la vida?... El vínculo es un lazo que genera un puente, una conexión con la otra persona; ya si hablamos de un vínculo afectivo, nos referimos a nuestro sistema de afectos el amor, la empatía, el cuidado mutuo que nos une unos con otros y que desde pequeños este vínculo afectivo lo tenemos con nuestra mamá, así es, es el lazo que nos proporciona bienestar, seguridad, confianza y que se vuelve el motor principal para el desarrollo de cada uno de nosotros.
Los lazos afectivos se crean, se construyen de forma progresiva lo que significa que día a día tenemos la misión de generarlos para nuestros pequeños en acciones cotidianas y con disposición, es importante recordarte que ante la inmediatez es esencial “crear lazos afectivos para tu pequeño”; es generar inteligencia emocional, es brindar autonomía, es darle seguridad, es transmitirle confianza y es tener una comunicación que beneficie su desarrollo en la adolescencia y vida adulta. Aquí te dejo estrategias que si las realizas como hábitos tendrán impacto con tus pequeños y en la vida familiar.
Contacta: las caricias son primordiales: contacto visual, sonrisa, abrazos y cuando contactes… tomen un descanso de la tecnología.
Juega: cuando lo haces produces endorfinas, todos necesitamos hacerlo y qué mejor para brindarle con el juego aprendizaje pues el juego te ayuda a querer cooperar, a realizar actividades en forma divertida, así es sin querer le enseñas disciplina, respeto, habilidades sociales, a resolver conflictos, a adquirir autocontrol.
Apóyale en los cambios: cuando se le dificulta realizar alguna tarea, en lugar de dejarle que la frustración o la desmotivación le venzan, mírale a los ojos, llámale por su nombre, dile que va a lograr paso a paso superar eso que no parece tan fácil y ejemplifica a través de las historias: P/E oye hija(o) ya te conté la historia de los dos leñadores… uno talaba sin parar para conseguir leña y quería ganarle al otro mientras que el otro descansaba y se iba a comer y descansar y resulta que le ganó al otro leñador que no paraba de trabajar y este enojado se preguntaba ¿Por qué me ha ganado si se va y descansa?
Ah, lo que tú no sabías es que mientras tu talabas sin parar yo descansaba para afilar el hacha.
Tiempo de calidad: si tienes un hijo o varios pues a cada uno dedica momentos compartidos, bastan incluso 15 min. Para que ellos se abran y te cuenten esas pequeñas cosas que ocurren en el día a día que son grandes pues nos hablan de sus alegrías, miedos, frustraciones y éxitos; y para nosotros esto es oro puro para poder fortalecer sus áreas de oportunidad.
Evita engancharte: Recuerda que si expresan emociones son de tus peques no te enganches, mejor dirige la emoción y aprendan juntos a canalizar con humor, ejercicio, expresión.
Escucha y valida: escucha con todo el cuerpo, así es no solo lo que dice sino cómo se expresa con todo el cuerpo; recuerda están descubriendo el mundo, no demerites lo que tu ya sabes, para ti puede ser algo simple pero ellos te digo algo… están descubriendo nuevas galaxias.
Recuerda lo cotidiano transforma ahí está la misión, crear lazos afectivos es un trabajo constante.
“Nunca se estará demasiado ocupado para contactar y transmitir el amor abre corazones, pero también conciencias”.
Por: CDH Psic. Karla Alejandra Villegas Bravo
