Charlie y la fábrica de chocolate, Matilda y El fantástico Sr. Zorro son algunas de las historias que Roald Dahl escribió para niños y que hoy son clásicos indiscutibles de la literatura y el cine. Las diversas ediciones y adaptaciones cinematográficas de estas obras han elevado a su autor a un estatus del que pocos gozan: el de un rebelde querido por chicos y grandes, reconocido incluso por quienes no lo conocen.
El estilo de Dahl es claro y por ello nunca se ha salvado de la polémica: sus cuentos y novelas son subversivas, duras y crueles. Las situaciones a las que se enfrentan los protagonistas nunca son amables y se encuentran cerca del horror. Sin embargo, y a pesar de la enorme fantasía que despliega, el británico nacido en Gales ubica el terror en la vida real de un mundo que es hostil, sobre todo con los niños. El climax de sus obras se encuentra a menudo en el castigo –o en la venganza- contra el mundo que no comprende a la infancia, algo que para algunos resulta cuestionable y que sin embargo funciona, como todo el arte, como una forma de ver la vida que puede disfrutarse, pensarse y debatirse, sin importar la edad del lector.
Sin embargo, hay una vena del autor menos explorada: su literatura para adultos. En ella vuelven a surgir algunos de los temas recurrentes en su obra infantil: la crueldad, la muerte y la revancha se hacen presentes, con una cantidad mayor de mala leche que sin embargo resulta deliciosa.
Dahl no tiene miedo a hablar de los sentimientos más oscuros de los humanos: el odio, el rencor, la ira, ni de señalar inquisitivo a quienes culpa de la oscuridad: los poderosos. Así, construye un mundo en donde el ejercicio del poder no quedará indemne, donde los que controlan, abusan, y deciden por la vida de los demás son señalados en sus vicios, su dominio y su estupidez, en narrativas que van de lo encantador a lo grotesco, llegando casi siempre a un final inesperado.
Para fortuna nuestra, estos cuentos han sido puestos a la venta en un precio muy accesible por la editorial Penguin Random House en su venta anual de remates, en prácticamente todas las librerías. Una oportunidad imperdible
Por Jorge Alonso Espíritu