La motricidad fina

La motricidad fina y algunos ejercicios para desarrollarla

La motricidad fina es la relación entre los músculos pequeños, generalmente de las manos y dedos, con los ojos. Un buen desarrollo de la misma se logra con la estimulación de los músculos de las manos y dedos para que estos sean cada vez más precisos, logrando así una mayor destreza manual y coordinación visomotora, lo que se refleja positivamente en sus actividades cotidianas.

Tomar un juguete, escribir, comer con cuchara o tenedor, son pequeños ejemplos que nos señalan que la motricidad fina tiene un papel fundamental en el desarrollo psicomotor.

La motricidad fina tiene como tarea, la coordinación de los movimientos musculares pequeños. En pocas palabras, el desarrollo de los músculos de manos, muñecas, pies, dedos, boca y lengua, así como la coordinación con los ojos en relación con las habilidades motoras.

Esto facilita el desenvolvimiento de tareas cotidianas donde se utilizan de manera simultánea: ojos, manos, dedos, boca, lengua, pies, como vestirse, amarrarse las agujetas, soplar, cepillarse los dientes, comer, rasgar, cortar, pintar, apilar objetos, colorear, escribir, entre otros.

El ejercicio constante por medio de juegos educativos que ayuden a estimular la destreza y coordinación visomotora, tendrán como resultado un buen desarrollo de la motricidad fina.

Esta se verá reflejada en el dominio y la precisión de los movimientos finos y le otorgará la autonomía y seguridad en la realización de actividades cotidianas, logrando así, el desarrollo de su independencia y la realización de actividades cada vez más complejas.

Por lo tanto, podemos decir que, si el niño tiene un buen desarrollo visomotor, puede con mucha más facilidad vestirse solo. Para hacerlo deberá haber adquirido el control del gesto fino y un movimiento preciso.

También, podrá comer de manera independiente al saber cómo usar la cuchara, el tenedor y llevárselos a la boca, así también como cepillarse correctamente los dientes, debido a la maduración de su coordinación ojo-mano.

Al contar con una buena destreza manual y coordinación visomotora, aprender a escribir será una tarea más fácil de lograr.

Es importante mencionar que el desarrollo de la motricidad fina entre los 3 y 6 años es de gran importancia para el desarrollo de las habilidades de los niños, el que pueda lograr realizar de forma natural, las tareas cotidianas, además de proporcionarle autonomía y seguridad en sí mismo. (logopedia, 2021)

En Colegio Sn Ángel de Puebla proponemos distintos juegos y actividades como inventar estructuras y mecanismos con piezas de construcción y bloques como LEGO, utilizando materiales como cartulinas, lápices, tijeras, pegamento, pintura, masas, con los cuales crean sus propias obras de arte, sin descuidar el objetivo principal que es la estimulación de la motricidad fina.

6 actividades para desarrollar la motricidad fina

  • Jugar con plastilina y arcilla: Motive a su hijo a que apriete, estire, pellizque y forme “serpientes” o “gusanos” con esos materiales. Incluso puede hacer que su hijo intente cortar la plastilina con las tijeras. 
  • Pintar: Diferentes maneras de pintar pueden ayudar a fortalecer la coordinación mano-ojo y la destreza manual. Pintar con los dedos permite que su hijo use sus manos y se ensucie. Pintar con un pincel ayuda a que su hijo aprenda a sostener un pincel y a adquirir más control al usarlo como herramienta.
  • Jugar con esponjas: Una esponja nueva y limpia, un poco de agua y dos recipientes es todo lo que necesita para esta actividad. Llene con agua uno de los recipientes y deje el otro recipiente vacío. Su hijo puede humedecer la esponja en agua y después exprimirla en el recipiente vacío. Es un juego sencillo que puede fortalecer sus manos y antebrazos. 
  • Competencia de arroz: Divida un puñado de arroz crudo en dos recipientes plásticos y tenga uno vacío a la mano. Entregue a su hijo una pinza de plástico pequeña y tenga otra para usted. Hagan una competencia para ver quién es el primero en pasar todo el arroz de su recipiente al recipiente vacío, usando las pinzas. Si su hijo tiene dificultad porque los granos de arroz son demasiado pequeños, puede hacerlo con frijoles, cereal en forma de círculos o con cuentas de bisutería.
  • Jugar con agua: Llene un cuarto de taza con agua. Entregue a su hijo una taza vacía y un gotero o una jeringa limpia. Explica al pequeño cómo transferir el agua de una taza a otra usando el gotero o la jeringa. También pueden añadir colorante de alimentos al agua y hacer un experimento de mezcla de colores.
  • Jardinería y plantar: Las actividades de jardinería pueden parecer actividades más adecuadas para desarrollar las habilidades motoras gruesas, pero algunas también requieren el control de músculos pequeños. Por ejemplo, sembrar una pequeña planta en un agujero en la tierra requiere coordinación mano-ojo. Su hijo también necesitará ser capaz de agarrar una pala para cavar, y usar una pinza para agarrar las semillas que va a plantar. (Morin, 2022)

En conclusión; como te diste cuenta, puedes realizar actividades que desarrollen la motricidad fina sin gastar dinero y mucho menos en actividades o juegos costosos. Hay muchas formas de estimular la coordinación de los pequeños con objetos sencillos y económicos, tal y como lo hacemos en Colegio Sn Ángel de puebla.
Por: Juan Ricardo González Ramírez

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