La vida nos depara cambios y desafíos constantes. La adolescencia misma es un desafío enorme: ¿Estamos solos ante ella? ¿Puede la escritura ayudarnos a atravesar por sus dificultades?
En Los muchachos no escriben cartas de amor, Brian Keaney escribe sobre un chico de nombre Mateo, de 11 años, quien cursa la secundaria y tiene una vida curiosa; como cualquier joven tiene muchas dudas, inquietudes, incomodidades y cambios.
Además, Mateo tiene una familia que ha cambiado con el paso del tiempo: antes era unida, pero ahora su mamá siempre está ocupada, su papá regresa tarde y su hermana Raquel ha cambiado radicalmente, ella esconde algo, guarda un secreto. Por si fuera poco, experimenta problemas con un compañero de clases llamado Stuart y, al parecer, nadie puede ayudarlo: solo está él y su amiga imaginaria.
Mateo tiene una caja llena de cartas que le escribe a Elizabeth, cartas que ella nunca leerá, pues su amada solo es producto de su imaginación.
Esta historia, nos deja el mensaje de que no importa que tan grande sean tus problemas, siempre habrá una persona que esté a tu lado para ayudarte a solucionar los problemas, encontrarás aunque sea imaginariamente en tu corazón la fortaleza.
Brian Keaney creció en Londres, estudió en la Universidad de Liverpool y se dedicó a la docencia. Ha escrito varias novelas y cuentos como: Donde Cantan las Sirenas, Fruta Amarga, Tomando Forma, Un Beso en Francia, A la Orilla del Viento, entre otras.
Brian Keaney, ‘‘Los muchachos nos escriben historias de amor’’ Primera edición en inglés – 1983 Primera edición en español – 1997 | Londres, Uk. México
Por: Nínive Cristina de Regil Vargas.
3° B de secundaria