7 tips para evitar el burnout parental
Tratar de ser los mejores padres y madres no siempre es una tarea sencilla. De hecho, a menudo es un esfuerzo agotador. Tanto así que la mayoría de los progenitores experimentan un síndrome relacionado con la crianza que, aunque es muy común, es muy poco conocido: el agotamiento parental
También conocido como burnout parental, el síndrome mencionado es la respuesta física, mental y emocional a la exposición a un estrés constante relacionado con la crianza, las exigencias de los pequeños, la familia e incluso con las expectativas que la sociedad deposita sobre los criadores. A decir de Pablo A. Pérez-Díaz y Daniela Oyarce Cádiz, investigadores chilenos, un punto medular al considerar esta situación es la imposibilidad de renunciar a la relación con el objeto de cuidado, a diferencia del burnout laboral en el que es posible romper el vínculo con la empresa.
La situación es aún más complicada cuando al estrés del cuidado se suman actividades productivas como el trabajo, los compromisos sociales, educativos e incluso el autocuidado o el cuidado de otros miembros de la familia.
Los esfuerzos en mantener en equilibrio todos esos ámbitos son incrementados por la presión social, que dicta y espera que las personas sean exitosas y felices. El contexto de nuestro siglo, que ha sumado ideas positivas radicalizadas hasta el riesgo, suma tensión al asunto: los hombres buscan nuevas formas de involucrarse en la crianza, pero sin reducir su tradicional carga laboral, y las mujeres se suman a la vida laboral sin una reducción importante de las tareas del hogar.
La paradoja es que entre más equilibrio se nos exige, más desequilibrada queda la balanza de nuestras tareas. Entonces, ¿no hay una forma de salir de este círculo vicioso? Por supuesto que sí. Y, aunque requiere un compromiso permanente, existen algunos pasos sencillos para comenzar a disminuir este estrés que, de incrementarse, puede generar daños severos en tu salud.
A continuación, te presentamos 7 puntos para evitar el burnout parental:
1. Establece tareas en el hogar: No todas las tareas del hogar son responsabilidad de una persona. La pareja, la familia, e incluso los propios hijos deben tener establecidas sus responsabilidades, de acuerdo a sus edades. Guardar sus juguetes, barrer o guardar los trastes son tareas sencillas que los pequeños pueden hacer, mientras los más grandes pueden involucrarse con tareas más complejas.
2. Elige un rincón de paz y un horario para él: Puede ser tu estudio, jardín, habitación o incluso la cocina. Toma un respiro diario en el que intentes alejarte de los problemas o las cosas urgentes. Notarás que cada vez ese momento será más sencillo y te recargará de ánimos.
3. Realiza actividades placenteras con tus hijos: Juegos de mesa, paseos cortos. Pero se trata de estar un momento significativo con ellos, no necesariamente mucho tiempo. Ocupa este pequeño momento para afianzar los lazos de confianza.
4. Reduce las expectativas: Por más que lo intentes, nunca vas a ser el padre o la madre perfecta, pero sí que puedes ser un buen padre o madre para tu hijo. No busques hacer todo bien, busca en cambio ser alguien que aporte buenas cosas siempre para ellos.
5. Adáptate a los recursos: Los padres quisiéramos darle todo a los hijos, pero eso ni es sano, ni es posible. Sé realista con tus recursos, es decir, con el presupuesto, pero también el tiempo, los espacios y los planes. De esta forma evitarás frustraciones innecesarias.
6. Habla con un profesional: Mantente en contacto con un profesional de la psicología que pueda ayudarte y guiarte en estrategias de crianza saludable. Recuerda que nunca es malo pedir ayuda, y menos si es profesional.
7. Utiliza todos los recursos de la escuela: Contar con un colegio que te brinde herramientas de seguimiento reducirá gran parte de tus preocupaciones. Las escuelas para padres, plataformas y personal pueden ayudarte a aligerar la tensión natural de la educación paternal.
Redacción Sn. Ángel
