Apego seguro: por una infancia sana | Colegio Sn. Ángel de Puebla

Apego seguro: por una infancia sana

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Apego seguro: por una infancia sana

En esta ocasión hablaremos de un tema medular de la crianza con respeto, para tener una infancia sana y una adultez serena. En Colegio Sn Ángel, dentro de nuestra cultura de bienestar, trabajamos con temas en pro de la salud mental: un asunto que nos compete a todos. Escribir sobre este tema es una invitación a trabajar con nuestra supervivencia y desarrollo sano, por ello es importante hablar del APEGO.

¿A qué nos referimos con Apego? Comenzaremos definiéndolo como el cariño, el afecto, el vínculo que refleja la relación afectiva, profunda, duradera, que se establece en la infancia entre el bebé y su cuidador. Se pueden establecer más de dos vínculos altamente significativos y por ello la necesidad de tomar consciencia de la importancia de generar un apego seguro.

Jhon Bowlby, padre de esta teoría, plantea que inicia en el nacimiento y continúa a lo largo de nuestra vida. “Lo que no se puede comunicar a la madre, no se puede comunicar al yo”: es decir, que la persona cuando no sabe quien és, qué siente o experimenta, manifiesta un apego inseguro.

Los primeros años son importantes, pues son punto de partida para comportamientos posteriores. La situación de inmadurez en la infancia convierte al  niño en dependiente, pues necesita de nosotros como adultos, se trata de hacer que este desarrollo sea sano para formar seres autónomos.

Una de nuestras funciones como padres-educadores es cubrir las necesidades de los pequeños: atención, caricias y apoyo al cubrir lo que no puedan realizar por sí solos. Existen cuatro tipos de necesidades: fisiológicas, de tipo cognitivo, sociales y afectivo-emocionales.

La psicóloga Mary Answorth creó la siguiente clasificación del apego aportando a la teoría de Bowlby.

Apego seguro: es cuando generamos vínculos fuertes, estables, apoyamos a que la persona tenga mayor confianza y pueda conectarse con el otro. Este tipo de apego se genera cuando los padres mantienen comunicación, son cariñosos, están cercanos en sus relaciones afectivas.

En el Apego inseguro, el vínculo afectivo es débil. Las personas actúan con desconfianza, tienen problemas para relacionarse con otras personas y carecen de habilidades sociales. Este tipo de apego se genera cuando los padres no generan relaciones comunico-afectivas, son distantes, tienen estilos paternos autoritarios, rígidos. 

En este tipo de apego se presentan tres manifestaciones:

Ambivalente:  el infante está ansioso por la relación con las figuras paternas, no muestra sus verdaderos sentimientos, es altamente demandante.

Evitativo: el infante tiene miedo a las figuras paternas pues el estilo es estricto, punitivo, rígido, su imagen de la persona es negativa, tiene problemas para establecer relaciones sociales.

Desorganizado: el infante se siente ansioso de las personas que deberían darle seguridad, está expuesto desde la infancia al constante estrés (sobrecarga de trabajo, abuso) lo que desorganiza ideas sobre amor y seguridad, como adulto se considera indigno de amor, su imagen es muy negativa.

Desde los primeros meses el apego seguro o inseguro se va presentando acorde a cómo les estamos guiando nosotros los adultos. 

La manera de cubrir necesidades tiene que ver con los estilos de apego y como adultos requerimos trabajar en estas fases para fomentar Apego seguro:

1.  Disponibilidad. Físicamente disponibles, que estemos presentes, tiempo de calidad.

2.  Accesibilidad. Fuera de distractores (asuntos del trabajo, celular, otras cosas)

3. Sintonizar emocionalmente. Estar presente, ser empático, entendimiento (escuchar activamente)

4.  Ser responsivo. Cubrir la necesidad (es importante la forma de responder)

¿Cómo saber si estoy trabajando para lograr Apego Seguro?

A través de acciones que generen protección, vinculación y autonomía.

Esta misión requiere trabajar en forma diaria y en los momentos que se requiere el apoyo con los pequeños:

  1. Autorregulación del adulto: identificar la emoción, ponerle nombre, tener estrategias para hacer frente y canalizar lo que me lleva a expresar la emoción.

  2. El adulto es capaz de regular emociones en sus hijos, se fomenta el desarrollo cerebral y distintas estrategias para gestionar de manera sana. Puedo experimentar estrategias para calmar y apoyar a que vayan reconociendo emociones.

  3. Capacidad de autorregulación emocional del niño. Si como adulto conozco mis reacciones apoyo a que la emoción que presenta en el pequeño es de él y puedo ayudar con formas para canalizar emociones partiendo del entendimiento.

Generar Apego seguro trae consigo las manifestaciones posteriores con otras personas y en un futuro al momento de establecer relaciones con amistades, de pareja e incluso laborales. Recordemos que “somos a partir de los otros”

Hagamos consciencia de la importancia de nuestros afectos, la responsabilidad de establecerlos y desarrollarlos, si notas que estableces apegos insanos se pueden trabajar en forma personal con atención psicoterapéutica. Existe un interesante trabajo la teoría de la economía de las caricias de Claude Steiner que nos habla de la importancia de la abundancia o escasez de los signos afectivos desde la primera infancia.

Me despido haciendo hincapié en esta frase: “EL NIÑO QUE NO SEA ABRAZADO POR SU TRIBU, CUANDO SEA ADULTO, QUEMARÁ LA ALDEA PARA PODER SENTIR SU CALOR”. Proverbio Africano.

Mtra. Karla Alejandra Villegas Bravo

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