En educación, el uso de la impresora 3D brinda gran potencial a alumnos y profesores. En este artículo te decimos algunas de las ventajas de su uso en las aulas.
El uso de las impresoras 3D se amplía cada vez más y por lo tanto, es común disponer de estas máquinas no solo en empresas, sino también en hogares y escuelas. Sin duda, el uso de impresoras 3D en la educación ofrece gran potencial para alumnos y profesores.
Encontrar una impresora 3D en nuestros centros educativos, no es fácil ni muy común, pero existen lugares que, con fines experimentales sí lo han hecho con éxito. En Colegio Sn Ángel hemos incorporado la herramienta como un auxiliar de los proyectos de creación e innovación que nuestros estudiantes viven como parte de su formación.
Recordemos que, hasta hace una década, se incorporaron a las aulas los ordenadores y las pizarras interactivas, por lo tanto, es muy probable que lo próximo en incorporarse a este ámbito, sea este tipo de impresoras. Que seguramente, serán una herramienta de apoyo a todas las asignaturas tanto de Ciencias como de Artes o Historia.
Una impresora 3D es una máquina capaz de realizar réplicas de diseños en tres dimensiones. Su principal valor es que toman un diseño almacenado en un archivo informático y lo convierten en realidad, es decir, en una pieza o maqueta volumétrica con largo, ancho y alto.
Se le llama fabricación aditiva, al funcionamiento de imprimir en tres dimensiones. La impresión se realiza sin necesidad de moldes ni utillajes de ningún tipo. Poco a poco, la máquina va construyendo la pieza mediante la deposición de capas de material que se van consolidando y formando la estructura deseada. El proceso de construcción es capa a capa y desde abajo hacia arriba.
Una impresora 3D utiliza normalmente materiales termoplásticos que salen derretidos a través de un filamento y se endurecen al enfriarse. Los principales materiales son el filamento ABS y el filamento PLA: entre ambos acumulan el 95 por ciento de los materiales usados en este tipo de impresión. (Hernández, 2023)
Principales ventajas del uso de impresoras 3D en el aula
- Propician la participación
Producen más participación en el aula ya que transforman el aprendizaje en una experiencia diferente e interesante, además de ser algo divertido y, sobre todo, tangible. Es común que las usen a modo de reunión de grupos, para que experimenten con la máquina o para realizar una clase práctica en la que los estudiantes puedan debatir y aportar sus propias ideas. Por ejemplo: si se está explicando el descubrimiento de América, el tema resultará más atractivo y se logrará una mayor interactividad si los alumnos pueden imprimir en 3D un mapamundi
- Fomenta el aprendizaje interdisciplinar y el trabajo en equipo
Si se necesita hacer un mapa topográfico, no solo hay que saber de Geografía, sino también de Ciencias o Matemáticas. El educando tendrá que investigar y estudiar sobre diversos temas para hacer su impresión en 3D, lo que fomentará la colaboración entre asignaturas. Por otra parte, el planteamiento del trabajo suele ser en grupos, lo que implica saber colaborar con los demás y respetar otras opiniones.
- Ayudan a captar la atención de los alumnos
Las impresoras 3D son herramientas en las que los estudiantes actuales se interesan con facilidad. El hecho de que sea una clase práctica con resultados reales y rápidos permite que los alumnos tomen de manera más seria y comprometida una actividad y permite a la vez, que permanezcan atentos a las explicaciones del docente para conseguir realizar sus propias piezas. Además, son un buen recurso para hacer más livianos y dinámicos determinados temas, como la explicación de cómo se hicieron las pirámides de Giza en Egipto.
- Mejoran la enseñanza y ayudan a aclarar conceptos
Las aplicaciones educativas de estas impresoras facilitan el trabajo del profesor y esto provoca una mayor calidad educativa. Las materias en las que más se suelen utilizar son las del área de Matemáticas, Ciencias y Tecnología, en las que se trabaja con conceptos abstractos y términos ambiguos. Si se logra una aplicación real será más fácil asimilarlos. Sin embargo, su utilización no puede limitarse exclusivamente a las asignaturas de Ciencias; también es posible emplearlas en Geografía e Historia, para hacer mapas topográficos, paisajes, edificios históricos o en Música, para crear un instrumento.
Aumentan la creatividad y la capacidad de solucionar problemas
Gracias a las impresoras 3D es posible materializar ideas y proyectos en objetos reales. Esto permite un cambio de mentalidad en el alumno, ya que le obliga a pensar, discernir y solventar posibles contratiempos. Obligando de cierta manera a que el estudiante use su creatividad y busque sus propias soluciones para llegar al objetivo planteado. Esto permite encontrar errores y aprender de ellos, ya que habitualmente el alumno no es consciente de los errores cometidos al realizar un determinado proyecto hasta que no lo ve de forma tangible.
Tomando un ejemplo, si se reproduce una maqueta de la catedral de Burgos en un grupo de secundaria conlleva a saber de Arquitectura, Historia e Ingeniería. Cada alumno tendrá que aportar lo mejor de sí y sacar lo mejor de sus compañeros. Todo por ver hecho realidad su primer gran proyecto.
En conclusión, no cabe duda que incorporar una impresora 3D en el proceso educativo, tiene diferentes ventajas, como expandir la mente de los alumnos y que aprendan a trabajar en equipo a la vez que adquieren nuevos patrones de trabajo con el fin de transformar algo teórico en real. Se trata de una herramienta innovadora donde el papel del profesor, que es el guía, que modera y reparte las funciones de cada estudiante y cuenta con el conocimiento adecuado para introducir en el aula las nuevas tecnologías.
Por: Prof. Juan Ricardo González Ramírez